Tradición y tensión: la lucha interna de Carlos III al mando

Tradición y tensión: la lucha interna de Carlos III al mando
Carlos III

Las inquietudes de Carlos en el trono de Inglaterra son más que evidentes, ya que sus emociones no pueden ser ocultadas. Fue el 10 de noviembre de 2023 cuando, durante la solemne ceremonia de apertura del Parlamento, se hizo evidente el cambio radical en la vida de Carlos, una transformación a la que parece que el Rey aún no se ha adaptado por completo.

El pasado 7 de noviembre de 2023, Carlos III pronunció su primer discurso como Rey durante la magna ceremonia de apertura del Parlamento. Ese día, junto con su ascenso al trono y su coronación, se convirtió en uno de los momentos más significativos de su vida. La imagen de Carlos, con la Corona Imperial del Estado sobre su cabeza, ejerciendo sus funciones institucionales, no solo simboliza el poder de la monarquía, sino también la completa transformación de la vida del Rey en el último año. Sin embargo, a lo que parece darle mayor peso es a la pérdida de su libertad personal, especialmente en cuanto a expresar sus opiniones sobre asuntos que le son queridos.

Durante la apertura del Parlamento, el Rey Carlos III hizo énfasis en su firme intención de continuar con las tradiciones del reino y el legado de la Reina Isabel, a quien rindió homenaje al inicio de su discurso en el majestuoso Palacio de Westminster. Portando la Corona Imperial del Estado, un objeto de gran importancia en el Tesoro Real y utilizado en las coronaciones y la ceremonia de apertura del Parlamento, Carlos hizo hincapié en la importancia de mantener todas las tradiciones asociadas con tan solemne evento.

Carlos insistió en que todas las tradiciones relacionadas con el evento fueran respetadas. Así, se trasladó al Palacio de Westminster en la Carroza del Jubileo de Diamante, la cual fue utilizada por primera vez en 2014. Antes de su llegada al Parlamento, los sótanos de Westminster fueron exhaustivamente inspeccionados para evitar cualquier tipo de conspiración similar a la infame «Conspiración de la Pólvora» de 1605. Durante su viaje, un miembro del Parlamento fue retenido como «rehén ceremonial» en el Palacio de Buckingham, una costumbre que se remonta a la época de Carlos I.

Durante la ceremonia, la princesa Ana asumió la prestigiosa posición de Gold Stick in Waiting, acompañando a su hermano desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster. Esta imagen es también una metáfora de la verdadera relación entre Ana y Carlos, quienes, según la historiadora Marlene Koenig, siempre han estado profundamente unidos.

Mientras tanto, el Príncipe William se encontraba en Singapur participando en el evento Earthshot Prize 2023, mientras que Kate Middleton se quedó en casa preparando al Príncipe George para sus exámenes escolares. Con Harry y Meghan fuera de escena, son los Príncipes de Gales quienes deben soportar el peso de la Corona junto a Carlos III. En particular, Kate es considerada un personaje clave dentro de la monarquía.